Juan Rafael Rosas, el amigo de la corrupción que quiere ser edil de la capital

Luis Carrasco.

Luego de estar 30 años dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Juan Rafael Rosas Herrera decidió abandonar su militancia ante la negación de ser el candidato a la Presidencia Municipal de Oaxaca de Juárez por el tricolor; sin embargo, pudo encontrar cobijo en el recién formado partido MUJER.

Tras haber iniciado su campaña electoral, Juan Rafael Rosas ha asegurado que está en el primer lugar de preferencia electoral en la capital oaxaqueña, cuando la realidad es que todas las encuestas aplicadas hasta ahora lo han posicionado en los puestos más bajos entre todos los contendientes.

Sin embargo, para la ciudadanía no es de extrañar que Rosas Herrera manipule las cifras a su favor, ya que han sido años en donde al funcionario se le ha relacionado con actos de corrupción, lo que provoca que los capitalinos prefieran votar por otros candidatos antes que por el aspirante del partido MUJER.

“Este tiene plaza base en Ciudad Administrativa Gobierno del Estado y también en el municipio como regidor este vende plazas”, acusaron usuarios en redes sociales al Regidor de Protección Civil y de Zona Metropolitana de Oaxaca de Juárez con licencia, a quien además acusaron de que “solo se la pasa acusando a los demás y que él no trabaja no tiene un hueso ahí para que haga algo o que vende?”

La corrupción es algo característico de Rafael Rosas Herrera, ejemplo de ello es la investigación exigida en el año 2020 por agremiados al Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO) para la administración encabezada por el hoy candidato a edil de la capital.

Los trabajadores de base, acusaron a Juan Rafael Rosas de una serie de irregularidades en la elección de su dirigencia, así como “imposiciones” en la integración de comisiones que llevaron a cabo el proceso de renovación de la misma; también denunciaron que sus cuotas sindicales fueron utilizadas a discreción, por lo que exigieron que su exdirigente dejara de intervenir en el proceso de elección.

El conflicto dentro del STPEIDCEO fue escalando a tal punto que los propios candidatos a la dirigencia sindical exigieran una auditoría, toda vez que la administración que había sido encabezada por Rosas Herrera tenía un historial plagado de corrupción y opacidad, cuestionando incluso el destino que tuvieron más de 65 millones de pesos que corresponden a aportaciones que hicieron los más de 14 mil agremiados en ese momento.

Otro caso ocurrió en el año 2023, cuando Rafael Rosas ya era Regidor de Protección Civil y de Zona Metropolitana de Oaxaca de Juárez e intervino el días tres de octubre, en la detención de dos sujetos que agredieron a elementos de la Tránsito Municipal a unos metros del Parque Juárez El Llano.

Aunque se hubiera esperado que el susodicho intervendría para defender a los uniformados, sucedió lo contrario, ya que hizo uso de su cargo para evitar que los agresores fueran entregados a las autoridades, y que solo se les impusiera una multa por conducir en estado de ebriedad.

También en ese año, el Gobierno del Estado ventiló que en la Secretaría de Movilidad (Semovi) se detectaron varios casos de corrupción, en donde incluso se falsificaban licencias de conducir, siendo una de las víctimas el propio Fiscal de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, que detectó el uso de su identidad para la creación de un documento apócrifo.

Fue una trabajadora de base la que se detectó que tenía “todas las facilidades para gestionar licencias, placas, terrible. Se hace la investigación y pues todo abajo está podrido, la parte de abajo”, declaró en este entonces el gobernador Salomón Jara Cruz para explicar cómo agremiados al STPEIDCEO hacen “negocios” con las placas, licencias y permisos.

Las investigaciones, arrojaron que los trabajadores hasta ese momento identificados como gestores de documentos falsos, estaban relacionados directamente al ex líder del sindicato de burócratas, Juan Rafael Rosas Herrera, por lo que él mismo podría estar involucrado en los presuntos actos de corrupción.