“El Mochaorejas” es absuelto de secuestro, pero seguirá en prisión

Daniel Arizmendi López, conocido como “El Mochaorejas”, obtuvo una sentencia absolutoria por el delito de secuestro tras una resolución emitida por una jueza federal, quien consideró insuficientes las pruebas presentadas en su momento por la entonces PGR. Arizmendi fue capturado en 1998 y se convirtió en uno de los criminales más temidos del país por la brutalidad con la que operaba, mutilando a sus víctimas para presionar a las familias a pagar rescates.

La resolución fue dictada por la jueza Segunda de Distrito en Materia Penal en el Estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo. No obstante, la absolución no implica su liberación, ya que permanece en prisión por delitos de delincuencia organizada, por los que recibió una condena de ocho años. En total, Arizmendi lleva 27 años recluido.

Durante la década de los noventa, su nombre sembró terror en distintas regiones del país. Tras su detención —lograda luego de que un operativo fallido permitiera su fuga inicial—, confesó públicamente su forma de operar, admitiendo actos de tortura, mutilaciones y al menos seis homicidios. En declaraciones de aquella época, afirmó no sentir remordimiento alguno y aseguró que su actuar era un reto personal. Incluso llegó a decir que prefería la muerte antes que pasar el resto de su vida en prisión.

Al momento de su captura, las autoridades le aseguraron 26 propiedades y cerca de seis millones de dólares. Investigaciones oficiales le atribuyeron entre 40 y 200 secuestros cometidos entre 1995 y 1998, aunque él solo aceptó 21 ante un juez. Su red criminal operó durante años con protección policial; de hecho, Arizmendi fue agente antes de dedicarse al crimen. Las mutilaciones que realizaba eran enviadas a las familias como método de presión, convirtiéndose en el sello del terror que marcó a toda una generación.