El segundo tirador: juez ordena procesar a ex agente por el asesinato de Colosio
Toluca, Méx. A 31 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, un juez federal dictó este sábado auto de formal prisión contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, ex agente del extinto Cisen, señalado por las autoridades como el presunto segundo tirador en el magnicidio del entonces candidato presidencial del PRI.
Con esta resolución, el juez abrió proceso penal por homicidio calificado por los hechos ocurridos el 23 de marzo de 1994 en Tijuana, Baja California, informaron fuentes judiciales. Sánchez Ortega permanecerá en el penal federal del Altiplano, en el Estado de México, donde se encuentra desde hace una semana tras ser detenido nuevamente en Tijuana por los procesos pendientes en su contra iniciados por la Fiscalía General de la República (FGR).
El ex agente compareció este sábado ante el juez cuarto de distrito en materia penal, Daniel Marcelino Niño Jiménez, quien determinó que los elementos aportados por el Ministerio Público eran suficientes para decretar el auto de formal prisión. La audiencia se llevó a cabo en la rejilla de prácticas, ya que el expediente —la averiguación previa SE/003-BIS/95— fue integrado bajo el antiguo sistema penal inquisitorio.
La resolución se emitió luego de que Sánchez Ortega solicitara la ampliación del plazo constitucional de 72 horas para definir su situación jurídica, el cual venció este sábado.
En septiembre, el mismo juez Niño Jiménez había librado la orden de aprehensión por homicidio calificado. De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, la captura ocurrió a las 16:37 horas del 8 de noviembre, en la colonia Los Reyes, en Tijuana.
Sánchez Ortega fue arrestado por primera vez en Lomas Taurinas, el día del crimen de Colosio. En aquel momento, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) sostuvo como indicios que su chamarra presentaba salpicaduras de sangre del candidato presidencial y que había dado positivo a la prueba de rodizonato, empleada para detectar si una persona disparó un arma de fuego. Sin embargo, fue liberado al día siguiente, luego de que las autoridades concluyeran que el disparo mortal provenía del arma que portaba Mario Aburto.