Cinco minutos de crisis y 4 llamadas de auxilio previo al choque del buque
En un lapso de menos de cinco minutos, el Buque Escuela Cuauhtémoc se separó del muelle en el que atracó desde el 13 de mayo, en Nueva York, y chocó con el puente de Brooklyn, lo que complicó la ayuda, aseguraron los investigadores del caso, quienes establecieron que durante ese breve tiempo de crisis se realizaron cuatro llamadas de auxilio: tres desde el propio navío de bandera mexicana y una más proveniente de la embarcación remolcadora que auxiliaba al Cuauhtémoc en la maniobra.
Este lunes, la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte (NSTB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, estableció algunas hipótesis del accidente del Buque Escuela, entre las que mencionó un aumento de su velocidad y vientos fuertes en el momento del percance.
- El Dato: funcionarios informaron que ya comenzaron los preparativos para trasladar el buque, que ayer seguía en un muelle de Manhattan, a un astillero de reparaciones.
En conferencia de prensa, Michael Graham, líder de la investigación de la Junta, mencionó que hubo cuatro llamadas de auxilio, todas para solicitar el apoyo de más remolcadores.
Informó que la embarcación navegaba en reversa entre dos y 2.3 nudos, pero aumentó su velocidad repentinamente a seis nudos (11 km/hr) antes del impacto.
Agregó que los mandos del barco emitieron una primera llamada de auxilio entre 22 y 24 segundos antes de perder el control.
De acuerdo con la línea de tiempo que la NSTB presentó a los medios, a las 8:24 de la noche hubo un llamado por radio de la tripulación del navío mexicano pidiendo asistencia de otros remolcadores.
“A esto le siguieron otras dos solicitudes de asistencia y, a las 20:24 y 45 segundos, el mástil del barco impactó contra la parte inferior del puente de Brooklyn. A las 20:27, el barco se detuvo y, a las 20:30, tanto el Departamento de Policía de Nueva York como el Departamento de Bomberos de Nueva York se encontraban en el lugar”, comentó, por su parte, el investigador Brian Young.
Apuntó que el buque zarpó a las 20:20 horas local (18:20 horas del centro de México) el sábado, “con la asistencia de un remolcador” del muelle 17, en el que llevaba atracado tres días, y que su plan “era dirigirse hacia el sur del East River y (luego) ir al mar”.
En ese sentido, Graham dio a conocer que se indagan las maniobras realizadas por el remolcador McAllister, que de acuerdo con la línea preliminar de tiempo en que se dieron los hechos, pidió apoyo 45 segundos antes de que ocurriera el accidente.
Aclaró que no se ha revisado el motor del Cuauhtémoc, por lo que desconocen el origen de la versión de la policía de Nueva York que apunta a una supuesta falla mecánica como causa del accidente.
Subrayó que cualquier hipótesis será evaluada únicamente con base en evidencia oficial.
“Es el inicio de un proceso largo, no sacaremos conclusiones, no especularemos y no determinaremos las causas probables mientras estemos en la investigación”, señaló.
Expuso que ya se trabaja en conjunto con las autoridades mexicanas para detallar a fondo qué sucedió, además de poder tener acceso al buque para llevar a cabo los peritajes e investigaciones correspondientes.
“Confiamos en que tendremos ese acceso muy pronto. Mientras tanto, estamos trabajando para integrar las partes en la investigación”, indicó el funcionario del NSTB.
Aseguró que en 30 días habrá un primer informe preliminar sobre el choque, y anticipó que el reporte final y las pesquisas sobre el incidente tardarán de uno a dos años.
Las autoridades estadounidenses manejan hasta el momento tres hipótesis: Condiciones climáticas, fallas mecánicas, así como error humano tanto de la tripulación como de la guarda costera de Estados Unidos.
“Vamos a analizar tres áreas fundamentales en el lugar del suceso. Primero, la tripulación y las operaciones de la tripulación; el buque y las condiciones del mismo, y, finalmente, el ambiente, incluyendo las condiciones meteorológicas, viento, corriente, mareas, y el ambiente de operación”, detallaron.
Además, refirieron que la investigación incluye la revisión del sistema de navegación electrónico, la logística operativa y una futura inspección física para detectar posibles fallas mecánicas.
“La intención era navegar hacia el sur por el East River y dirigirse al mar. El informe meteorológico preliminar en ese momento indicaba polvo, vientos del oeste de unos 10 nudos y una corriente de aproximadamente 0.3 nudos hacia el puente. Al salir del muelle, la popa del barco aumentó su velocidad a seis nudos”, remarcó Young.
Expuso que a esa velocidad se impactó el Caballero de los Mares contra el puente de Brooklyn. Por ello, añadió, “vamos (a) la información electrónica para determinar en qué momento comenzó el buque a acelerar. Este trabajo será parte de la evaluación de ingeniería sobre la operación del motor”.
Más adelante, Michael Graham señaló que el Buque Cuauhtémoc no podrá moverse hacia un astillero hasta ser asegurado, ya que parte de su estructura está rota y enredada con cables, lo cual representa un riesgo.
“Hay preocupación de todos, especialmente de quienes van a ayudar a mover el barco a un astillero; la necesidad de asegurar el mástil, porque parte de la estructura está rota y está enredada con los cables, así que tendrá que asegurarse antes de moverse, para evitar riesgos mayores”, concluyó.
El Buque Escuela Cuauhtémoc chocó con el puente de Brooklyn, el sábado pasado, lo que dejó un saldo de dos cadetes fallecidos: América Yamileth Sánchez y Adal Jair Marcos, además de 20 lesionados, 11 de ellos de gravedad. Hasta el momento fueron repatriados a México un total de 179 jóvenes marinos, quienes resultaron ilesos.

Descartan especialistas fallas humanas o técnicas
Luego del percance ocurrido durante la maniobra de zarpe del Buque Escuela Cuauhtémoc en el puerto de Nueva York, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram), José Manuel Urreta Ortega, aseguró que el incidente se debió a condiciones naturales adversas y a fallas en el apoyo externo, y no a errores humanos o técnicos del navío.
De acuerdo con el líder del sector marítimo, la embarcación quedó sin propulsión en un momento crítico, lo que la dejó vulnerable ante fuertes corrientes y vientos, provocando que impactara contra el Puente de Brooklyn. A ello se sumó, dijo, la acción del remolcador encargado de asistir en la maniobra, que, en lugar de apoyar, dejó al buque a la deriva.
“Estamos a la espera de los resultados de la investigación, pero el sector respalda decididamente al mando, la tripulación e instructores del Buque Escuela Cuauhtémoc, que representa el orgullo y la tradición naval de nuestro país”, expresó.
- 2 elementos murieron tras el choque del Cuauhtémoc
El titular de Cameintram subrayó que las operaciones de navegación y maniobra en puerto están reguladas por estrictos protocolos internacionales, cuya aplicación es supervisada en México por la Secretaría de Marina y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante. Sin embargo, advirtió que incluso con el cumplimiento total de estas normas, hay factores naturales que pueden alterar cualquier operación.
“Aunque se sigan todos los procedimientos, variables como la meteorología o las condiciones del agua pueden modificar una maniobra perfectamente planificada”, sostuvo.
Explicó que elementos como corrientes repentinas, cambios de marea o ráfagas de viento pueden desviar la trayectoria de un buque en momentos clave, especialmente en espacios reducidos. Esto, aclaró, forma parte de los riesgos inherentes a la navegación, considerados en los entrenamientos y protocolos de seguridad marítima.
Urreta Ortega recordó que “Todas las embarcaciones, ya sean comerciales o de instrucción, operan bajo un marco normativo muy claro y riguroso que regula las maniobras en puertos, canales y aguas internacionales”.
Nota de origen: https://www.razon.com.mx/mexico/2025/05/20/cinco-minutos-de-crisis-y-4-llamadas-de-auxilio-previo-a-choque-de-buque/
Fuente original de fotografía: Reuters.