Histórica caída de muertes de migrantes en el río Bravo
Nuevo Laredo, Tamaulipas.— A punto de cerrar el año 2025, autoridades de Protección Civil y Bomberos reportaron una reducción sin precedentes en el número de migrantes fallecidos por ahogamiento en el río Bravo, al contabilizarse solo tres casos en todo el año, la cifra más baja registrada en al menos diez años.
El titular de la corporación, Humberto Fernández Diez de Pinos, informó que los cuerpos fueron localizados por equipos de rescate acuático en coordinación con autoridades de Estados Unidos, y subrayó que el descenso es notable frente a periodos anteriores, cuando las muertes anuales oscilaban entre ocho y hasta 20 personas.
Las estadísticas oficiales reflejan una tendencia a la baja: en 2024 se documentaron ocho decesos; en 2023, nueve; en 2022, diez; mientras que en 2021 se alcanzó un pico de 20 víctimas y en 2018 se registraron 17 casos. Este comportamiento, señalaron, evidencia el impacto de las recientes estrategias de prevención y disuasión implementadas en la zona fronteriza.
El primer fallecimiento de 2025 ocurrió en enero, cuando fue recuperado el cuerpo de un joven de 24 años, originario de Guerrero, a la altura de la colonia Claudette, tras intentar cruzar el río hacia territorio estadounidense. El segundo caso se presentó en marzo, en condiciones similares, y fue atendido dentro de los operativos permanentes de vigilancia que se mantienen a lo largo del cauce.
El tercer y último incidente se registró el 8 de octubre, con la localización del cuerpo de un hombre de 35 años, originario de Guanajuato, confirmó el comandante de Bomberos, Lino Sosa Gutiérrez, con lo que se cerró el año con tres víctimas por esta causa.
Autoridades atribuyeron la disminución a un mayor despliegue de acciones preventivas, la colaboración con pescadores locales para labores de concientización en puntos de riesgo y el reforzamiento de la vigilancia fronteriza del lado estadounidense.
Finalmente, Protección Civil reiteró el llamado a la población migrante para evitar poner en peligro su vida al intentar cruzar el río Bravo, recordando que, pese a la reducción de casos, el afluente sigue siendo altamente peligroso y que la prevención continúa siendo la mejor herramienta para evitar nuevas tragedias.
