Migrantes, bajo cacería privada en EU
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) recurrió a una filial del consorcio penitenciario privado GEO Group para rastrear y ubicar a personas migrantes en sus domicilios y centros de trabajo, reveló una investigación del medio The Intercept. La empresa contratada, BI Incorporated, se presenta como especialista en la localización de personas “desaparecidas”, operando bajo esquemas similares a los de cazarrecompensas.
El convenio forma parte de una nueva estrategia del gobierno estadounidense que contempla el uso de empresas privadas para apoyar la identificación y captura de migrantes, a cambio de incentivos económicos. Documentos oficiales señalan que el ICE ya desembolsó 1.6 millones de dólares a BI, aunque el contrato podría escalar hasta 121 millones de dólares para el año 2027.
De acuerdo con los registros, GEO Group obtendría recursos federales tanto por la localización de migrantes como por su posterior reclusión en centros de detención, sin que se precise si las tareas de rastreo se realizarán mediante operativos en campo, herramientas tecnológicas o una combinación de ambas. Este esquema refuerza el modelo de integración vertical del consorcio, que amplió su negocio durante la segunda administración de Donald Trump al administrar cárceles para migrantes con fines lucrativos.
El reporte también destaca que el valor de las acciones de GEO Group aumentó considerablemente tras el regreso de Trump a la presidencia, contexto en el que salió a la luz que la empresa realizó aportaciones económicas tanto a su campaña de reelección como a su fondo inaugural.
BI Incorporated mantiene una amplia trayectoria en la supervisión de personas migrantes mediante sistemas de vigilancia remota. Entre sus servicios se incluyen dispositivos de geolocalización como brazaletes GPS, así como plataformas digitales para la gestión de casos y el seguimiento de movimientos en mapas interactivos. No obstante, permanece sin aclararse si la empresa accede a datos comerciales de teléfonos móviles o si depende exclusivamente de dispositivos colocados directamente en las personas monitoreadas.
El acuerdo establece además que los agentes privados contratados no portarán identificaciones oficiales que los acrediten como personal del gobierno estadounidense, lo que ha generado preocupaciones sobre la rendición de cuentas y los posibles abusos.
En paralelo, y en medio del endurecimiento de la política migratoria promovida por Trump, el Departamento de Seguridad Interior difundió en redes sociales un mensaje con tono festivo para presumir el avance de las deportaciones masivas. “Esta Navidad, nuestros corazones crecen mientras la población ilegal disminuye”, señalaba la publicación, acompañada de videos que refuerzan un discurso estigmatizante hacia las comunidades migrantes, lo que provocó reacciones de indignación y protestas, como la marcha realizada en Minneapolis para exigir la salida del ICE de Minnesota, pese a temperaturas bajo cero.
