Informe “triunfal” contrasta con violento asalto en Oaxaca de Juárez
Redacción.
El presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Ray Chagoya, presentó un informe de resultados donde proclamó una significativa disminución en los índices delictivos del municipio, generando sorpresa y escepticismo en la ciudadanía. Durante su presentación, Chagoya aseguró, basándose en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, reducciones notables en delitos de alto impacto: casi un 30% en delitos contra la vida, un 15% en delitos sexuales, un 55% en robos y abuso de confianza, un 58% en violencia familiar y de género, y un 48% en delitos como trata de personas, todo ello comparado con el primer trimestre de la administración anterior.
Sin embargo, la realidad en la capital oaxaqueña pareció desmentir categóricamente las optimistas cifras del edil. Apenas unas horas después de la presentación del informe, un violento asalto en la zona de Oaxaca de Juárez conmocionó a la comunidad. El incidente resultó en el robo de más de 500 mil pesos a las autoridades del municipio de San Miguel Chicahua, y también ocurrió el robo de una unidad de transporte de una tienda departamental.
Sobre esto último, se informó que los asaltantes se robaron un camión de la tienda Coppel, el cual posteriormente lo abandonaron en la zona de San Felipe del Agua, perteneciente al mismo municipio que Chagoya asegura ser cada vez más seguro. Este hecho, ocurrido prácticamente en paralelo al informe del presidente municipal, generó fuertes críticas y puso en tela de juicio la veracidad de los datos presentados.
Más tarde, en una plaza comercial de la ciudad, comuneros de San Miguel Chicahua, Nochixtlán, fueron asaltados por sujetos armados que los despojaron de medio millón de pesos a punta de bala, dejando a un comunero herido, quien tuvo que ser trasladado de emergencia a un hospital.
Mientras Ray Chagoya se congratulaba por los supuestos avances en materia de seguridad, estos violentos sucesos evidenciaron la persistencia de la delincuencia en Oaxaca de Juárez, dejando una sensación de desconcierto e inseguridad entre los habitantes. La incongruencia entre el discurso oficial y la cruda realidad plantea serias interrogantes sobre la metodología y la validez de las cifras presentadas por la administración municipal.
